Personajes

«Piporro»: orgullo de Nuevo León

Eulalio González «Piporro» llevó alegría y arte a todo el país, poniendo en alto el nombre de Nuevo Léon. El 16 de diciembre de 1921 nació uno de los neoleoneses más amados de toda la historia, Eulalio González Ramírez, «El Piporro». Don «Lalo» nació en el municipio de Los Herreras, localizado al noreste de Monterrey, … Leer más

Por: Álvaro García

Eulalio González «Piporro» llevó alegría y arte a todo el país, poniendo en alto el nombre de Nuevo Léon.

El 16 de diciembre de 1921 nació uno de los neoleoneses más amados de toda la historia, Eulalio González Ramírez, «El Piporro».

Don «Lalo» nació en el municipio de Los Herreras, localizado al noreste de Monterrey, siendo sus padres Don Pablo González y Elvira Ramírez.

Pasó su infancia cambiando constantemente de residencia, ya que su señor padre era empleado aduanal.

El pequeño Eulalio se sintió atraído por la locución, ya que en ese entonces se dio un «boom» por la radio, ante la ausencia de la televisión.

Pero ya de joven decidió estudiar Medicina, carrera que no concluye, para posteriormente cursar contaduría, de la cual sí se gradúa aunque nunca la ejerció, ya que prefirió buscar una oportunidad como reportero y taquígrafo, el diario regiomontano «El Porvenir».

Esto le ayudó a conseguir lo que tanto añoraba: ser locutor. Ingresó primeramente a la estación de radio XEMR-AM y posteriormente en la XEFB, a la par de fungir como maestro de ceremonias de eventos diversos.

Luego de participar en la estación XEQ llama la atención a nivel nacional y prueba suerte en 1944 en la Ciudad de México, audicionando en la entrañable XEW.

Eulalio no logró ser aceptado como locutor, pero sí como actor de radionovelas. Con él aplicó a la perfección la frase de que «a veces perdiendo sales ganando», ya que aunque no fue aceptado como locutor pudo ganar una audición para una radionovela, llamada Martín Corona en la XEQ, en donde participó el gran Pedro Infante.

Este hecho le cambiaría la vida, ya que el personaje que interpretó se llamaba «El Piporro», sí, de ahí obtuvo su sobrenombre artístico, el cual lo llevaría a la fama absoluta.

De ahí vinieron las obras de teatro y la incursión en el cine, con las cuales Don Eulalio creció sin límites, ganándose un lugar privilegiado dentro de la competida escena del espectáculo nacional de los 50’s, era de oro del cine nacional.

Alternó con todas las máximas figuras del momento: Pedro Infante, María Félix, Miroslava, Sara Montiel, Mauricio Garcés, «Tin Tan», Lorena Velázquez, David Silva, «Manolín», «Clavillazo», Libertad Lamarque, Agustín Lara, Luis Aguilar, los hermanos Soler, Vicente Fernández, entre otros.

En total, participó en 72 películas, entre las que destacan: «La muerte enamorada», «Ahí viene Martín Corona», «El enamorado», «El Rey del Tomate», «La Valentina», «Los gorrones» y «El bracero del año».

Pero Don Eulalio también participó en 2 programas de televisión y varias obras de teatro.

En cuando a la música, «El Piporro» puso en alto la música norteña, a través de corridos, canciones románticas y muchas más de corte irreverente.

Entre estos temas se encuentran «El Taconazo», «Don Baldomero», «Los ojos de Pancha», «El abuelo ‘yeyé'», «Agustín Jaime», «Rosita Alvirez», «El muchacho alegre», «Chulas fronteras», entre otras.

Don «Lalo» murió el 1 de septiembre de 2003 en su casa de San Pedro Garza García, N.L., víctima de un infarto al miocardio.

Un día antes había encabezado un emotivo homenaje en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México a Óscar Chávez y Manuel Esperón. González fungió como maestro de ceremonias, sí, una de las primeras actividades que tuvo en su juventud, la cual lo acercó al medio del espectáculo.

Quienes estuvieron presentes señalan que «Piporro» lució su portentosa voz y el brillo de su carisma se mantuvo presente en todo momento, se le veía radiante y contento.

Pero como si presintiera su muerte, Eulalio decidió adelantar su regreso a Monterrey y al término del evento se dirigió al aeropuerto para regresar de inmediato a su casa, en donde murió horas después.

Don EULALIO GONZÁLEZ (así en mayúsculas) le dio realce a la cultura norteña y puso a Nuevo León en alto, convirtiéndose en un símbolo de la entidad.

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«Piporro»: orgullo de Nuevo León

Eulalio González «Piporro» llevó alegría y arte a todo el país, poniendo en alto el nombre de Nuevo Léon.

El 16 de diciembre de 1921 nació uno de los neoleoneses más amados de toda la historia, Eulalio González Ramírez, «El Piporro».

Don «Lalo» nació en el municipio de Los Herreras, localizado al noreste de Monterrey, siendo sus padres Don Pablo González y Elvira Ramírez.

Pasó su infancia cambiando constantemente de residencia, ya que su señor padre era empleado aduanal.

El pequeño Eulalio se sintió atraído por la locución, ya que en ese entonces se dio un «boom» por la radio, ante la ausencia de la televisión.

Pero ya de joven decidió estudiar Medicina, carrera que no concluye, para posteriormente cursar contaduría, de la cual sí se gradúa aunque nunca la ejerció, ya que prefirió buscar una oportunidad como reportero y taquígrafo, el diario regiomontano «El Porvenir».

Esto le ayudó a conseguir lo que tanto añoraba: ser locutor. Ingresó primeramente a la estación de radio XEMR-AM y posteriormente en la XEFB, a la par de fungir como maestro de ceremonias de eventos diversos.

Luego de participar en la estación XEQ llama la atención a nivel nacional y prueba suerte en 1944 en la Ciudad de México, audicionando en la entrañable XEW.

Eulalio no logró ser aceptado como locutor, pero sí como actor de radionovelas. Con él aplicó a la perfección la frase de que «a veces perdiendo sales ganando», ya que aunque no fue aceptado como locutor pudo ganar una audición para una radionovela, llamada Martín Corona en la XEQ, en donde participó el gran Pedro Infante.

Este hecho le cambiaría la vida, ya que el personaje que interpretó se llamaba «El Piporro», sí, de ahí obtuvo su sobrenombre artístico, el cual lo llevaría a la fama absoluta.

De ahí vinieron las obras de teatro y la incursión en el cine, con las cuales Don Eulalio creció sin límites, ganándose un lugar privilegiado dentro de la competida escena del espectáculo nacional de los 50’s, era de oro del cine nacional.

Alternó con todas las máximas figuras del momento: Pedro Infante, María Félix, Miroslava, Sara Montiel, Mauricio Garcés, «Tin Tan», Lorena Velázquez, David Silva, «Manolín», «Clavillazo», Libertad Lamarque, Agustín Lara, Luis Aguilar, los hermanos Soler, Vicente Fernández, entre otros.

En total, participó en 72 películas, entre las que destacan: «La muerte enamorada», «Ahí viene Martín Corona», «El enamorado», «El Rey del Tomate», «La Valentina», «Los gorrones» y «El bracero del año».

Pero Don Eulalio también participó en 2 programas de televisión y varias obras de teatro.

En cuando a la música, «El Piporro» puso en alto la música norteña, a través de corridos, canciones románticas y muchas más de corte irreverente.

Entre estos temas se encuentran «El Taconazo», «Don Baldomero», «Los ojos de Pancha», «El abuelo ‘yeyé'», «Agustín Jaime», «Rosita Alvirez», «El muchacho alegre», «Chulas fronteras», entre otras.

Don «Lalo» murió el 1 de septiembre de 2003 en su casa de San Pedro Garza García, N.L., víctima de un infarto al miocardio.

Un día antes había encabezado un emotivo homenaje en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México a Óscar Chávez y Manuel Esperón. González fungió como maestro de ceremonias, sí, una de las primeras actividades que tuvo en su juventud, la cual lo acercó al medio del espectáculo.

Quienes estuvieron presentes señalan que «Piporro» lució su portentosa voz y el brillo de su carisma se mantuvo presente en todo momento, se le veía radiante y contento.

Pero como si presintiera su muerte, Eulalio decidió adelantar su regreso a Monterrey y al término del evento se dirigió al aeropuerto para regresar de inmediato a su casa, en donde murió horas después.

Don EULALIO GONZÁLEZ (así en mayúsculas) le dio realce a la cultura norteña y puso a Nuevo León en alto, convirtiéndose en un símbolo de la entidad.

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