En el municipio de Galeana surgió una de las tradiciones más antiguas de Semana Santa en Nuevo León.

Desde hace más de un siglo, en Galeana, se practica una tradición que con el pasar de los años se ha ido expandiendo hacia otros lugares y que además llena de orgullo a los habitantes de este municipio ubicado entre las montañas del sur de Nuevo León: la Danza de los Chicaleros.

Tal vez a algunos de nuestros lectores la palabra «chicalero» les sea familiar, pero para aquellos que no, les compartimos algo de información.

¿Quiénes son los chicaleros y en qué consiste su danza?

Los Chicaleros o Viejos Chicaleros, como también se les suele llamar, son los hombres que llevan a cabo esta peculiar danza.

El grupo de danza está conformado por varios Viejos Chicaleros y una Vieja, que en realidad es un hombre vestido de mujer y que funge como el personaje principal de esta tradición.

Junto con ellos va un «Federico», que es un monigote hecho con trapos y relleno de zacate, el cual se monta sobre un burro.

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El proceso es el siguiente:

Una semana antes de la Semana Santa aquellos hombres que deseen participar en la festividad deben acudir con el llamado “Diablo Mayor” para registrarse.

“El Mayor” (otra forma de llamar al personaje recién mencionado) y un Juez Auxiliar son los encargados de organizar este ritual.

La danza se realiza de la siguiente manera: los Viejos se forman en dos filas, una frente a la otra, mientras son acompañados por varios niños, a los que persiguen sin llegan a salirse de esta para volver integrarlos y seguir con el baile.

El “Pica Perica” y “El Patito” son los sones que se tocan durante esta festividad, interpretados con acordeón, guitarra y bajo sexto.

En un punto del bailable, la Vieja empieza a realizar una imitación de los sembradores de maíz, mientras los chicaleros se forman en circulo alrededor de ella y la empiezan a imitar. Se dice que estos es con fin de pedir por buenas cosechas para el año en curso.

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Desde el miércoles y hasta el Sábado de Gloria, los Chicaleros bailan durante todo el día.

Durante el Viernes Santo, los viejos “roban” cosas a los lugareños (objetos de poco valor), los cuales son devueltos al día siguiente a cambio de un pequeño pago, con el cual se apoya para la realización de dicha fiesta.

Las actividades terminan el Sábado de Gloria con la quema del Federico, el cual se incendia con algunos cuetes que le atan al cuerpo, esto después de haber devuelto los objetos hurtados a sus dueños.

Durante la tarde de este mismo día, “la Vieja” sale a buscar novio. Una vez que encuentre “al indicado”, huirá con él, mientras el resto de los Viejos se lamenta por ser rechazados. Los novios son casados en una boda simulada y así termina esta celebración.

¿Por qué se llaman chicaleros?

El nombre proviene del chical, un platillo que se prepara con elote, chile colorado y especias. Este se le ofrece a los chicaleros durantes las fiestas santas.

La forma en que se prepara es la siguiente: el elote se pone a secar y luego se desgrana.Los granos se remojan y se muelen con metate. Después se guisan y se agrega el chile colorado y las especias.

Vestimenta

La principal característica de los chicaleros son sus máscaras, que usan para ocultar su identidad.

Suelen ser muy variadas, algunas imitando el rostro de demonios. Brazos, piernas y torso suelen ser cubiertos con pedazos de costal de ixtle. En la mano derecha llevan un látigo.

La Vieja usa un vestido, una peluca, medias y huaraches. La máscara que lleva es diferente a la de los viejos, pues es una caja de cartón con aberturas en la zona se los ojos y la boca, donde se le maquilla con pintura.

Esta tradición ha perdurado por más de cien años en este municipio sureño, y se ha ido extendiendo hacia otros lugares gracias personas que han emigrado de Galeana hacia otros pueblos o hacia la metrópoli.