Desde hace algunas décadas, los habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey acuden a este municipio para disfrutar de este tradicional platillo.
La capital del tamal en Nuevo León
No cabe duda de que una de las tradiciones más arraigadas entre los habitantes de la metrópoli de Monterrey es la de acudir a comprar una buena dotación de tamales para celebrar las fiestas decembrinas y también para la “Candelaria” en febrero.
Cuando hablamos de este platillo hay un municipio que se nos viene inmediatamente a la cabeza: Juárez, “la capital del tamal en Nuevo León”.
Apenas llega uno este lugar y divisa un montón de negocios vendiéndolos en sus diferentes presentaciones.
¿Pero a qué se debe esto? Pues de eso vamos a hablar.
El humilde inicio de los tamales en Juárez, Nuevo León
La historia detrás de la industria tamalera en Ciudad Benito Juárez se remonta a la década de 1950, cuando la familia de Doña Anita de Salinas comenzó a vender tamales a la orilla de la antigua carretera Monterrey – Reynosa, debido a la gran necesidad económica que tenían luego de que tuvieron que dejar su trabajo cultivando maíz a causa de una fuerte sequía que los dejó sin parcela.
Teresa Salinas, hija de Doña Anita, cuenta que su abuela se dedicaba a vender chorizo y que siempre le daba la cabeza de cerdo a su madre para que la aprovechara e hiciera tamales.
Teresa aprendió de su madre y con el pasar de los años inició su propio negocio para ayudarla económicamente. Al inicio vendía muy pocos tamales y su clientela era la gente que pasaba por su casa, que era donde inicialmente trabajaba.
Pasó el tiempo y el negocio empezó a prosperar. Luego de 15 años de vender afuera de su casa, Doña Teresa se vio en la necesidad de conseguir un local y de contratar más gente que le ayudara debido a las altas ventas que llegó a tener.
Hoy en día existe una gran cantidad de negocios en Juárez que se dedican a la venta de este platillo, pero sin duda los de Teresa Salinas son los más emblemáticos, pues desde hace más de 60 años se dedica a esto.
Su negocio pasó de llamarse “Tamales Teresa Salinas” a “Tamales Teresita”, debido a que sus hermanos, Guadalupe y Jesús, también establecieron los suyos, llamados “Tamales 3 Hermanos” y “Tamales Salinas”. Una de sus hijas cuenta con otro negocio, “Tamales Anita”, en honor a su abuela.
La industria Tamalera hoy en día
Juárez cuenta con un centenar de establecimientos formales e informales que se dedican a la venta de tamales.
Algunos de los más conocidos son los antes mencionados y la cadena de “La Tía Chole”, que tiene varias sucursales distribuidas en el área metropolitana de Monterrey.
El hecho de que mucha gente se empezara a dedicar a esta actividad provocó que se comercialicen una gran variedad de tamales, aparte de los ya tradicionales de carne de puerco, como lo son los “light”, los dulces y los borrachos, la cuales, se dice, nacieron aquí en Juárez. Hay para todos los gustos.
Este manjar se vende durante todo el año, pero es en la época decembrina que las ventas se incrementan entre un 40 y 60 por ciento en relación con los otros meses debido a las posadas y las fiestas de año nuevo.
Ya dieron ganas de “echar una tamaliza”. ¿Hay algún negocio tamalero que recomiendes? Háznoslo saber en un comentario.