Se dice que el independentista regiomontano fue momificado y años después su cuerpo fue comprado para convertirlo en una atracción de circo.
Fray Jose Servando Teresa de Mier y Noriega y Guerra, mejor conocido como el Padre Mier, es uno de los hombres más fascinantes de la historia de nuestro país.
Su espíritu independentista y su postura crítica lo llevaron a ser perseguido en innumerables ocasiones. De hecho fue encarcelado varias veces y siempre se fugó de prisión, por lo que tuvo que ir de un lado a otro, específicamente en territorio europeo.
Pero ese ir y venir del Padre Mier continuó incluso después de su muerte.
El Padre Mier convertido en una momia
El nacido el 18 de octubre de 1765 en Monterrey, Nuevo León, murió el 3 de diciembre de 1827, en la Ciudad de México, a los 62 años de edad.
Se dice que él previó su muerte desde varios días antes, por lo cual mandó a hacer invitaciones para su funeral, las cuales entregó a sus más allegados.
Sus restos fueron enterrados en la cripta del Convento de Santo Domingo en la capital del país, sin embargo en 1842 fueron inhumados y es que durante una revisión que hicieron los frailes en la cripta, encontraron que el cadáver del regiomontano y los de otras 11 personas estaban momificados (recordar que la momificación puede darse de manera natural por diversas condiciones).
Por ello, los religiosos decidieron colocar las momias en un osario del convento.
Pero en 1861 hubo un hecho que acabó con el descanso de los restos de Mier y Noriega: el recinto religioso fue tomado por los liberales durante el proceso de separación de la Iglesia y el Estado como parte de las Leyes de Reforma.
Este grupo hizo demoliciones y buscaban tesoros de la Iglesia, pero al no encontrar nada decidieron apoderarse de las momias para exhibirlas como supuestas víctimas de la Inquisición.
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Un viajero compró la momia del Padre Mier
Al poco tiempo surgió un interesado en las momias para exhibirlas en ferias y circos y compró varias de ellas, entre las cuales, se supone, iba la del regiomontano universal.
A partir de ahí se le perdió el rastro al cadáver del Padre Mier. Se dice que sus restos momificados fueron vistos en un circo de Bélgica a principios del siglo pasado, mientras que otros piensan que se encuentra en una capilla en Cholula, Puebla.
En tanto que hay quien el periodista y político Manuel Payno afirmó que la momia de Fray Servando fue llevada «de gira» a Sudamérica y que el barco en el que era trasladada se accidentó y el cuerpo del regiomontano se perdió en el mar argentino.
Por otro lado, el escritor Manuel Rivera Cambas y el mismo José Eleuterio González «Gonzalitos», afirmaron en su momento que el cuerpo de Mier se quedó en la capital del país.
En fin, poca certeza hay sobre el destino de la momia del independentista.
Lo que es cierto es que fue un hombre que se aferró a sus ideales y que no dudó en poner en riesgo su estabilidad, posición, nombre, libertad y su propia vida, con tal de ver a México independiente.
