Los vestigios de nuestro pasado ahí están, pero no los vemos porque están ocultos en la «selva de asfalto» y para muestra el hallazgo realizado esta semana en el Centro de Monterrey: se trata de restos de las vías de tranvía, instalados a finales del siglo XIX.
Los restos del tranvía de Monterrey
En los últimos meses se han realizado diversas maniobras en el Centro de Monterrey, que abarcan desde la ampliación de banquetas, arborización y algunas mejoras más.
Como parte de esto, esta semana se encontraron los durmientes de vías de tranvía en la calle 15 de mayo, justo frente a la Basílica del Roble, al momento de levantar la carpeta asfáltica.
Ante esto, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se presentó en el sitio y confirmó el hallazgo, tras lo cual procedieron al rescate de las piezas para su estudio y posterior exhibición.
Incluso algunas de ellas fueron rescatadas y resguardadas en el Museo Arquidiocesano de Arte Sacro, ubicado a un costado del templo mencionado.
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¿Cuándo surgió el tranvía en Monterrey y cómo era?
El servicio de tranvía inició en Monterrey entre 1882 y 1883.
En un principio se utilizaban mulas para movilizarlo.
Había varias rutas, una de ellas partía de la Plaza Zaragoza hasta la Estación de Ferrocarril
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Una más partía del Centro de Monterrey hacia El Obispado.
Otra ruta partía desde el Barrio de las Tenerías (por donde se encuentra el Canal de Santa Lucía) circulando hacia el poniente por la calle 15 de mayo y giraba al norte en la Avenida Juárez, precisamente el lugar en el que se hizo el hallazgo esta semana.
No fue sino hasta el 25 de julio de 1907 cuando se dio el cambio al tranvía eléctrico, ampliando el recorrido hasta la zona del Topo Chico.
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El 30 de marzo de 1932 llegó su fin el servicio de tranvía.