Esto no nos da mucho orgullo, en la Ciudad Universitaria existe un mosaico que millones de personas han pisado sin darse cuenta: es una obra del artista Federico Cantú.
En la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) existen varias obras de arte: esculturas, murales, vitrales y la misma arquitectura de sus instalaciones, pero hay una obra que permanece en el olvido, pisoteada (literalmente) y que incluso fue mutilada, se trata de un mosaico creado en la Explanada de Rectoría.
No está en la Torre ni en ninguno de los edificios colindantes, se encuentra en el suelo. Es una obra de Federico Cantú, artista originario de Cadereyta Jiménez (1907-1989), el mismo que creó la obra «Maternidad» (un águila real cobijando con sus alas a una mujer que amamanta a su hijo), la cual le dio identidad al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
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Es considerado uno de los grandes muralistas mexicanos, además de haber incursionado en otras formas de expresión. Su talento ha sido reconocido no solo en México, sino en Estados Unidos y Europa.
En el caso del mosaico de la UANL, se trata de un imponente águila real en cuyo centro se encuentra el escudo de la Universidad de Nuevo León (data de muchos años antes de la obtención de la autonomía universitaria).
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Está hecha con cemento y piedras de diversos tipos y colores. Abarca la totalidad de la antigua explanada.
Con el desarrollo de la Máxima Casa de Estudios de Nuevo León, el mosaico no fue respetado y comenzó a construirse sobre él.
Primero fue la Capilla Alfonsina y después las instalaciones de Informática y la Librería Universitaria, hasta que sólo le dejaron al águila fragmentos del ala izquierda.
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Actualmente solo se ve una serie de relieves en el piso que pasan desapercibidos, mientras los estudiantes, profesores y personal universitario pasan por encima de los restos de una obra de arte histórica y simbólica del origen de la UANL, la cual inexplicablemente no fue respetada.
