Mina es uno de los municipios más representativos del Valle de las Salinas gracias a sus bellos paisajes y a su acervo histórico.
A unos 50 kilómetros al noroeste del centro de Monterrey se encuentra un municipio que, se podría decir, es uno de los grandes emblemas del estado de Nuevo León, pues cuenta con una gran riqueza de artefactos y restos de la prehistoria, además de tener algunos de las vistas más bellas del gran Desierto Chihuahuense: Mina.
Desde una inmensa cantidad de fósiles y hermosos paisajes rocosos hasta grandes muestras de la arquitectura popular del norte de México, es parte de lo que puedes encontrar en este municipio emblema del Valle de las Salinas.
Una joya del desierto neoleonés
Mina se encuentra en la porción del Desierto de Chihuahua dentro de Nuevo León, además es uno de los municipios de mayor extensión en el estado, pero también uno de los que menor densidad de población tiene, por lo que su territorio cuenta con una gran cantidad de lugares que no han sido intervenidos por el ser humano.
Por esta razón Mina es uno de los lugares favoritos de mucha gente que realiza actividades como el paisajismo, senderismo, observación de aves o la fotografía de vida salvaje.
También, gracias a su lejanía de la ciudad y la poca presencia humana cuenta con excelentes sitios para los aficionados a la astronomía, ya que la contaminación lumínica es casi nula permitiendo observar los cuerpos celestes sin problema, ayudando también a la realización de astrofotografía.
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Una muestra de la riqueza arqueológica y paleontológica para Nuevo León
Cuando hablamos de Nuevo León muy poca gente hace mención de cosas como el patrimonio arqueológico, pues creen que el estado no cuenta con él; gran error.
En Mina podemos visitar Boca de Potrerillos, la zona arqueológica más importante del estado y probablemente del noreste mexicano.
Aquí podremos observar miles de petroglifos, que son dibujos hechos en piedra dejados por los antiguos habitantes de la región, algunos de los cuales datan de hace más de 5 mil años, del Neolítico.
Los amantes de la paleontología pueden darse gusto visitando el Museo Bernabé de las Casas, ubicado en la cabecera municipal, pues allí se resguardan los restos de un mamut que fueron encontrados en el margen del Río Salinas, siendo este el motivo por el cual se construyó dicho recinto, además de muchos otros fósiles que han sido encontrados en las cercanías.
También cuenta con utensilios utilizados por los primeros pobladores de la zona, como puntas de flecha, raspadores y cuentas de collares.
La Hacienda del Muerto
Dos kilómetros al norte de la cabecera municipal, tomando la carretera rumbo a Monclova nos encontramos con la intersección con el camino a Icamole.
Si giramos para tomarlo y seguimos por allí unos 12 kilómetros nos toparemos con uno de los lugares más reconocidos y emblemáticos de Mina: la Hacienda del Muerto.
El nombre de este lugar se debe a su cercanía con el Paso del Muerto, una formación rocosa que desde lejos parece el perfil de un hombre tendido en el suelo.
El lugar fue muy próspero hasta mediados del siglo XIX, pero luego fue abandonada, quedando en ruinas, salvo su iglesia, la cual ha sido restaurada.
Personas de todo el mundo acuden para apreciar de cerca esta antigua construcción, además de que los amantes de la naturaleza pueden observar algunas plantas nativas como la candelilla, la gobernadora y el hojasén, así como algunas especies animales como armadillos, ardillas de tierra, coyotes, caracaras, lagartos cornudos, víboras de cascabel y zorros.
Otros acuden para realizar senderismo en las cercanías.
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El fidencismo
Una de las historias más conocidas en Mina es la del «Niño Fidencio», al cual muchos habitantes del estado suelen adorar.
Según cuenta la historia, un hombre proveniente de Guanajuato trajo a su sobrino de nombre Fidencio a para vivir en Mina.
Las personas del pueblo comentaban que este joven tenía poderes que le permitían curar cualquier enfermedad, razón por la cual era muy visitado y adorado.
Dicen que el ex-presidente Plutarco Elías Calles se enteró de lo que este niño podía hacer, por lo que mandó a construir una estación de tren en la comunidad para que Fidencio se pudiese trasladar a la ciudad y le hiciera sus respectivas curaciones.
Hoy en día sigue habiendo mucha gente que adora y reza al niño Fidencio, muchos de ellos acuden durante octubre para venerarlo y pedir por su salud y la de sus familias, ya que se dice que el día 17 de este mes le fueron otorgados sus dones curativos y fue el 19 de octubre de 1939 cuando fallece a los 40 años de edad.
Visitar Mina es como viajar al pasado
No cabe duda que la «atmósfera» que se siente en Mina es muy especial, pues al estar rodeado de muchas casas antiguas, ruinas, fósiles y paisajes desérticos muy bien conservados, uno se llega a sentir en otra época.
Si aun no sabes a donde ir en tu próximo roadtrip por Nuevo León, considera mucho el visitar este hermoso municipio del Valle de las Salinas, sobre todo si eres un amante de la historia y de la naturaleza, pues muy seguramente disfrutarás mucho tu estancia por este maravilloso lugar.
