El 26 de enero de 1996 murió el gran locutor, conductor y actor regiomontano Rómulo Lozano.
El nombre de Rómulo Lozano representa para los regiomontanos a una de las figuras más entrañables de la radio, televisión y el cine.
Don Rómulo murió el 26 de enero de 1996, pero a pesar del paso del tiempo su legado permanece más que vigente hoy en día.
El polifacético Rómulo Lozano
El señor Lozano Morales nació el 3 de noviembre de 1917, en Monterrey, Nuevo León.
Se graduó como contador y desempeñ+o varios empleos hasta que inició su carrera artística, en forma, en 1950, año en el que comenzó su labor como locutor.
En radio participó en varias radionovelas y programas como “Dedique su canción” y “Aficionados del campo”.
Años después incursionó en televisión, como conductor en programas como «Buscando Estrellas» y los entrañables «Aficionados» y «Mira qué bonito».
También participó como actor en varias películas, dentro del llamado «Cabrito Western», como «Cazador de Asesinos», «Los Peseros» y «Silencio Asesino».
https://www.youtube.com/watch?v=PKiLBEHUPHU
La cercanía con el pueblo de Rómulo Lozano
Sin duda alguna, Rómulo tuvo un gran arraigo con los regiomontanos gracias a Mira Qué Bonito y Aficionados.
En el primero de estos programas se le dio cabida al humor, la crítica social y a la promoción de artistas, no sólo consagrados, sino también emergentes.
Por ahí pasaron artistas de la talla de Thalia, Cuco Sánchez, Caifanes, Alejandro Fernández, Rigo Tovar, Maná, Hernaldo Zúñiga, Café Tacvba, El Tri, Eduardo Palomo, Límite, Raúl Vale, Angélica Vale, Gloria Trevi y una infinidad de grupos y solistas, así como actores y deportistas.
Entrevistas cargadas de humor, pero siempre buscando darles proyección en aquellos tiempos en los que el poder de la televisión era enorme.
Entrañables también las presentaciones de Witchy Band, las cuales se volvieron tradicionales en diciembre.
A eso se suman los sketches clásicos, en los que participaban Rómulo Lozano, Tello Mantecón (hasta 1983), Raúl Salcedo «Cascarita», Esperancita Berrones, Sandora y hasta los miembros del staff, causando las risas generalizadas.
En cuanto a Aficionados hay tantas cosas qué contar. Se convirtió en un programa de gran tradición, en el que los cantantes amateurs podían obtener cierta proyección, o simplemente tener sus 5 minutos de fama.
No sólo eso, también era objeto de apuestas, ¡sí! muchos jóvenes hacían determinada apuesta y el que perdía tenía que ir a cantar a Aficionados y aguantar «la carrilla» de Don Rómulo.
La carrera y la vida de Rómulo Lozano llegaron a su fin aquel 26 de enero de 1996, ese día se marcó un antes y un después dentro del entretenimiento en Monterrey.
Pero a Don Rómulo se le recuerda con alegría y su legado prevalece.