El auge industrial de Nuevo León surgido a finales del siglo XIX no se limitó a Monterrey y la fábrica «El Porvenir» de Santiago es el más grande ejemplo.
La historia de la Fábrica de Hilados y Tejidos El Porvenir se remonta a 1871, cuando Gregorio Zambrano y Valentín Rivero decidieron unir esfuerzos para crear esta empresa textilera.
El inicio de «El Porvenir» se dio en El Cercado en el meritito Santiago, Nuevo León con un capital inicial de 50 mil pesos y una plantilla de 16 trabajadores.
Las instalaciones de la empresa se ubicaban en un extenso terreno de 20 hectáreas, en el cual se levantaron varios edificios, entre talleres, bodegas, áreas administrativas y de reposo.
«El Porvenir» se especializó en la producción de lienzos blancos de algodón, los cuales se vendían en un inicio en tiendas locales.
La visión de Zambrano y Rivero pronto comenzó a dar frutos, pues la empresa tuvo un rápido crecimiento e impacto, pues su producción pasó de 94 piezas por semana en 1876 a 140 semanales en 1880.
Esto no fue obra de la casualidad, pues esta empresa santiaguense adquirió máquinas especiales importadas de Inglaterra, se invirtió capital en la capacitación de los trabajadores.
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Se priorizó la innovación y la vanguardia al instalarse la primera planta eléctrica de Nuevo León, de hecho usaban el agua de la Cola de Caballo como fuerza motriz para producir electricidad.
También se instaló ahí la primera línea telefónica de Nuevo León.
Además a finales del siglo XIX se instalaron aspersores de agua para combatir algún posible incendio.
Con la llegada del nuevo siglo el crecimiento se mantuvo y «El Porvenir» logró un camino ascendente.
Después de la década de los 80’s la fábrica empezó a tener una fuerte caída en su producción, pero se mantuvo activa hasta 2008.
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En 2013 se presentó un fuerte incendio que acabó con gran parte de las instalaciones.
Las marcas que el tiempo dejó en esta textilera no le restaron grandeza, más bien le dieron un toque mágico al sitio, por lo que se volvió un sitio muy solicitado para sesiones fotográficas.
En 2020 se intentó rescatar el lugar, para convertirlo en museo pero por desgracia llegó la pandemia y todo se detuvo.
También en plena pandemia surgió un conflicto legal, pues se denunció la invasión y despojo de terrenos, problema que no ha sido solucionado por lo que la suerte de «El Porvenir» está en el aire.
Pero lo importante es conocer este antecedente importante del poderío económico e industrial de Nuevo León.
