Hay un misterio que cubre a la historia del escudo de Monterrey que hoy podemos ver sobre el Palacio Municipal.
Hasta hoy, el origen del escudo de Monterrey resulta ser un enigma, puesto que aunque se conoce la historia previa que le dio paso, no se sabe con exactitud qué fue lo que inspiró la imagen del arquero apuntando el cielo.
Costumbres, historia, idiosincrasia y valores del pueblo es lo que en general representa el escudo de la Ciudad, sin embargo, ¿qué significa exactamente la imagen que lleva plasmada? ¿Cómo y de quién nació la idea?
Actualmente el lienzo del escudo que es más común ver debido a su alta difusión es el que estuvo a cargo de Ignacio Martínez Rendón, quien lo hizo para conmemorar los 350 años de Monterrey.
Sin embargo, el origen del escudo se remonta hasta 1667, cuando el en ese entonces gobernador, Nicolás de Azcárraga (también era capitán general del Nuevo Reino de León), al ver lo consumida que se encontraba la ciudad tras las constantes luchas efectuadas, le pareció que era indispensable contar al menos con un escudo de armas.
Ante ello, dirigió una carta hacia la reina Marina de Austria solicitándole tanto el privilegio de armas, como el permiso para el respectivo escudo que esto conlleva.
Fue en 1672 cuando la petición fue autorizada y la reina expidió una cédula en donde se le otorgaba al virrey de Nueva España Antonio Sebastián de Toledo Molina y Salazar la autorización para aprobar “el escudo de armas que la dicha ciudad de Monterrey eligiere, dándome cuenta del que fuere”.
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Dicho esto, se dice que Nicolás de Azcárraga comenzó con los preparativos para la creación del escudo de Monterrey, sin embargo, se desconoce exactamente cuándo fue que se comenzó con la creación de éste.
Inclusive, hasta el momento no hay datos del autor y diseñador del escudo, por lo que en muchas ocasiones Azcárraga es quien se lleva el crédito.
Se cree que, debido al antecedente, el escudo habría sido creado en el siglo XVII, pero hay quienes dicen que en ese entonces, como comentamos previamente, solamente se contaba con el permiso para crearlo, pero aún no se habían puesto “manos a la obra”.
Entre las teorías sobre la fecha de creación está la de el historiador Carlos Pérez-Maldonado, quien en 1944 estimaba que el escudo de la Ciudad fue creado entre 1673 y 1676, además de que aseguraba que fue el primero y único, ya que se desconoce si antes de ese periodo había sido proyectado y/o ideado otro. Sin embargo, del escudo que hoy conocemos actualmente tampoco hay evidencia del diseño heráldico.
Por otra parte, existe la teoría de Israel Cavazos, también historiador, quien piensa que el escudo que fue colocado en las afueras del Palacio Municipal tiene su origen en 1853 por parte del arquitecto Papias Anguiano, quien se habría basado en lo que la reina Marina de Austria solicitó en 1672, lo que provoca ruido a otros historiadores puesto que la historia dicta que la reina únicamente concedió el permiso y solicitó ver el diseño que se haya elegido, mas nunca mencionó idea alguna de cómo se debía realizar.
Lo que sí se sabe es que a Papias Anguiano (en 1853) le había sigo designada la tarea de labrar el escudo de armas de Monterrey en el Palacio Municipal de acuerdo al diseño que se le había otorgado, mismo que ya había sido ideado previamente y del que se desconoce su origen.
Lo que llama la atención es que, pese a que en el acuerdo dentro de la solicitud a Papias Anguiano se establece que “el escudo estaría timbrado con un águila tallada en madera de sabino”, sin embargo, sobre el escudo hoy aparece una corona.
Posibles referencias para el diseño
Aunque se desconoce con exactitud la inspiración detrás del diseño original, se cree que ésta pudo haber nacido a partir de obras como el escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán, así como el de la provincia de la Luisiana, puesto que en este último además de contar con dos indios a los costados, también cuenta con uno más al centro, aunque en una posición diferente.
Con respecto al indio flechador que se encuentra al centro del escudo, se tienen muchas dudas, puesto que solo se tienen registrados dos arqueros apuntando al cielo durante en esculturas de esa época.
Una es la de El octavo mandamiento, de Joseph Ortiz donde en el fondo puede verse al arquero apuntando la fecha hacia el cielo.
Y la otra es una obra de Emmanuel Villavicencio, ubicada en una de las columnas de Hércules.
Ambas teorías no dejan de ser únicamente suposiciones, pero lo que sí es un hecho es que el escudo de Monterrey está rodeado de controversia y, sobre todo, de mucho enigma.